Hace
ya un siglo que nacieron las marcas blancas, aquellas que con un precio
inferior y un envase distinguido por el logotipo de su distribuidor ofrecen una
calidad igual o parecida a la del producto líder y Carrefour fue la primera
empresa en distribuirlas en España. Pero hoy ya están presentes en el 95% de
los productos de consumo envasados y ha ganado una cuota de mercado del 70% en
los países europeos.
Pero
claro este gran aumento de las ventas esta incentivado por la crisis económica.
Desde que comenzó los usuarios empezaron a consumir estos productos porque eran
mucho más baratos y ahora ya se han asentado dentro del sector dejando por
detrás a las marcas de fabricante.
Las marcas blancas
aparecieron, en un primer momento, en el sector de la alimentación pero poco a
poco fue extrapolándose a otros ámbitos y uno de ellos es la telefonía móvil.
Huawei es un buen ejemplo de éxito ya que comenzó como una marca blanca, pero
tal ha sido su éxito que ahora ya se considera marca de fabricante. Huawei es
una empresa privada china de alta tecnología especializada en investigación y
desarrollo, producción y marketing de equipamiento de comunicaciones.
Huawei
opera en España desde 2001. Y defiende el concepto que establece que los
clientes son su mayor preocupación y los empleados sus cimientos.
Pero
no solo está Huawei como marca de referencia. ZTE es otra marca de telefonía
china que hasta ahora era la responsable de proveer a las operadoras de
teléfonos de marca blanca como Telefónica o Vodafone, pero desde hace algún año
que también decidió contar con sus propios terminales.
Precisamente
es Vodafone otra empresa de referencia, ya que apostaron en su día por
distribuir móviles de bajo coste y hace no mucho que presentaron la segunda
generación de su teléfono Smart II, fabricado realmente por Alcatel.
Orange
es otro ejemplo, que con su móvil “Boston” subió muy alto en la escalera hacia
el éxito, y con el terminal “Yumo”, amplió su oferta de marca blanca con su primer
Smartphone 4G.
Pero
claro, no es oro todo lo que reluce y también hay casos de fracaso y uno de
ellos es el caso de TSM. La operadora Telefónica alcanzo con TSM una cuota de
mercado que superaba incluso a Nokia, pero como no innovo ni introdujo cambios
provoco una crisis en Vitelcom, la empresa que les fabricaba los teléfonos.
Para
una empresa como Huawei poco hay que recomendarle para que cambie, pero si
podría apostar más por las redes sociales ya que su público es mayoritariamente
joven y además al ser una marca extranjera la empresa no debería centrarse
tanto en sus móviles y presentar más los valores y la marca a su público
potencial.