Algo tan simple como unir tres caramelos del mismo color en una cuadrícula llega a obsesionar a 132 millones de personas. El juego que llevamos a todas partes,se ha convertido en un tema de conversación entre familias y amigos.
A través de Facebook la gente se intercambia vidas para poder continuar jugando, está claro que a veces dichas peticiones son molestas, pero no solo tienen cosas malas. Algo bueno es que te pueden devolver contacto con perfiles perdidos con un solo “Click”.
La explicación del juego es muy simple: Cada jugador cuenta con cinco vidas para superar el reto, ya sea una cantidad de puntos con limitación de movimientos o tiempo, o una serie de combinaciones concretas. Cuando se terminan, hay que recurrir a los amigos para tener más oportunidades o comprar un paquete de cinco adicionales por 89 céntimos. O se puede esperar hora y media para tener de nuevo el almacén lleno. Cada media hora se recupera una, pero no se acumulan.
Tommy Palm, hace dos años fichó por King, afirma que los niveles más difíciles, los más míticos son 35, 65, 29, 33 y 97, pero cada uno su tiene su infierno particular.
Un español, Juan Carlos Gómez Rodríguez (Jerez de la Frontera, 1971) que es hostelero en la Costa del Sol,se encuentra en el nivel 340. Asegura que el enganche viene por la competencia. “Si ves que alguien te adelante, sí, es cierto, juegas más. Ahí está la motivación”.
Podeis terminar de leer las entrevistas de Tommy Palm y Juan Carlos Gómez en: http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2013/09/12/actualidad/1378985137_636172.html
Podeis terminar de leer las entrevistas de Tommy Palm y Juan Carlos Gómez en: http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2013/09/12/actualidad/1378985137_636172.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario